domingo, 10 de abril de 2011

¿Por qué ya no es cool ser cool?



Últimamente he estado rodeado de muchas personas tratando de marcar tendencias y tratando de abrirse paso en un mundo surreal y malicioso como lo es "Ser Cool". Tanto así que dejamos de ser originalmente originales, es decir "nosotros mismos" para convertirnos en copias de las copias. Pensando en esto y después de un fin de semana épico, donde disfruté como desde hace tanto no lo hacía de un #findeplayero, pues llegó a mi un artículo escrito por una de las personas más trendy e influyentes [en mi mundo personal], y lo comparto con ustedes porque creo que muchos por allí necesitan leerlo y muy importante "internalizarlo".

Fue escrito en el 2005 pero aplica para la fecha y creo que aplicará por un tiempo más.

That's All.


¿Por qué ya no es cool ser cool?
Carla Tofano

Rebobinando algunos datos generales acerca de la moda, recordarás que en los noventa adquirir piezas de máxima exclusividad y originalidad te convertía en una persona cool y serlo era prioritario para las élites fashionistas. Después de más de un lustro, las cosas han cambiado tanto que la cantidad de energía que se invertía ayer en alcanzar un aspecto tenue y relajado, aunque fríamente calculado, hoy ha perdido todo valor. Por fortuna, la moda se ha deslastrado de ese insolente (e indolente) sentido de exclusividad para llegar mucho más lejos. ¡Ya no es cool ser cool! Esta afirmación la engullí gracias a una reciente edición de la revista Harper’s Bazaar, y aunque el fenómeno que la frase revindica no tiene mayor trascendencia en el contexto local, las palabras se quedaron ancladas en mis ideas.

En los ochenta, la década de las permanentes, las lycras, los blusones y las hombreras, estar a la moda, fueras yuppie o dark, constituía un dictamen indispensable. Estar a la moda en voz alta era imprescindible y el estilo requería hacerse evidente porque los ochenta fueron años de expresionismo radicalizado. Quizás por eso, los ochenta no fueron una década en lo absoluto cool. Un lustro después, la actitud en boga sufrió un giro contrastante y contundente: valores como el lujo, la opulencia y el poder fueron sustituidos por una noción de glamour más bien distante e intelectualizada.

Diseñadores de temperamento artístico minimalista como Jil Sander, Helmut Lang, Calvin Klein y Martin Margiela adquirieron estatus de celebridad en los noventa, y todo gracias al aspecto relajado y discretamente pretencioso que proponían sus prendas de vestir, y los estilismos de sus campañas publicitarias. En los noventa ser cool era prioritario y serlo consistía en asimilar la moda de un modo sutil y elevado, de un modo distante y arrogante. En oposición a la opulencia de los ochenta, en los noventa la sofisticación radicaba en el prestigio y en la exclusividad de los elementos que armaban una apariencia esencialmente minimalista y discreta.

Ahora bien, ¿cuándo ser cool dejó de serlo? La respuesta podría parecerles esquiva y confusa, pero juntando mi observación del fenómeno y la información recaudada gracias a las páginas especializadas de las revistas de moda que me vampirizan, intentaré explicarlo en dos platos: si nada es cool todo lo es, por eso, ya no es cool ser cool. Ya nada es cool porque con una tarjeta de crédito todos podemos adquirir ese modelo edición limitada que Adidas lanzó al mercado, y en el intrincado dialecto de la exclusividad y la sofisticación, los objetos se desacreditan cuando adquirirlos termina dependiendo únicamente de variables económicas.

El diseñador norteamericano Marc Jacobs, considerado un tipo chic y mundano, afirma que ningún objeto es inherentemente cool. ¿Qué quiere decir Jacobs con esto? “Que una cartera tonta en manos de una chica cool es un accesorio cool”. Si nada es premeditadamente cool, entonces no es necesario preocuparse por serlo. En la actualidad, tener confianza en tus ideas y tomar tus elecciones de vestuario con seguridad y desenfado es suficiente para tener estilo.

Estar en contra de la explotación laboral, tener ideas políticas demócratas, estar a favor de la tolerancia, de las reivindicaciones civiles de las minorías, estar en contra de los nacionalismos, de los imperialismos, de la xenofobia y de las guerras, es hoy mucho más importante para el discurso de lo aceptadamente cool que la procedencia de tus zapatos deportivos favoritos. Si no son de alguna serie limitada, recién salida al mercado, poco importa. Los dictámenes de la moda viven en constante transformación porque en el fondo responden a variables sociales y políticas intangibles y complejas.

En el 2005 ser cool no es importante porque tener una apariencia particularmente distante y especializada ha dejado de ser garantía de prestigio. ¿No les parece esto cool?

tofano@ hotmail.com

3 comentarios:

  1. Si soy sincero no entendí del todo bien, es decir que ¿todos somos iguales por "...Estar en contra de la explotación laboral, tener ideas políticas demócratas, estar a favor de la tolerancia, de las reivindicaciones civiles de las minorías, estar en contra de los nacionalismos, de los imperialismos, de la xenofobia y de las guerras, es hoy mucho más importante para el discurso de lo aceptadamente cool que la procedencia de tus zapatos deportivos favoritos. Si no son de alguna serie limitada, recién salida al mercado, poco importa..."?
    Me parece que ahorita ser cool es dificil, me explico, me he dado cuenta de que ahorita debes pertenecer a un grupo o bien, estilo, es decir si eres emo debes vestirte de negro con un peinado de lado y con delineador en los ojos, por que estarias mal si te vistes de negro pero le añades tu toque personal, por que estarias como en dos estilos, no se si me explique, resumiendo, es dificil ser original, que para mi es lo cool.

    ResponderEliminar
  2. Estoy de acuerdo contigo en muchas cosas, sin embargo solo para complementar. En el momento que vivimos poco importan los grupos sociales porque gracias al importante aporte que nos han dado las redes sociales y todo este parapeto llamado 2.0, un emo puede compartir con un hippie o un rapero con un rockero, porque lo que realmente es importante es el pensamiento y no como vayas vestido... Lo importante aquí es que lo que antes se miraba con otros ojos como lo es vestir marcas especializadas hoy ha sido "puteado" de alguna forma porque ya todos tienen acceso a ella, lo que le resta importancia y prestigio... Esto aplica con todas aquellas cosas que antes se las reservaban algunos. Y no es tanto el hecho de que antes lo cool era selectivo, sino que al popularizar algo implica el deterioro de su esencia a través de la manipulación de su objetivo principal. Lo que al principio era para una cosa termina siendo para otra.

    Concuerdo contigo... en estos tiempos llenos de TODO, lo cool es ser original (aunque tengo ciertas opiniones sobre la originalidad que seguro tratare en otro post).

    ResponderEliminar
  3. Si bien lo 2.0 ayuda a que personas de distintas etnias y estilos puedan comunicarse entre si sin ningún tabú, a la hora de vestirse y de las apariencias pienso que este punto si es relevante... Saludos buen blog.

    ResponderEliminar